Vean las maravillas del Señor, sientan el llamamiento de la salvación, vuelvan a las cosas de lo alto. Abre su corazón y sea feliz, con la gracia de Dios un día estaremos juntos y en paz.
Jesús mismo es la señal; Es Dios con nosotros, es el Reino de Dios presente entre nosotros; Por medio de SI nuestra salvación. Él mismo es nuestro "Camino, Verdad y Vida". En SI, está el juicio definitivo para todos los seres humanos, fuera de él no hay salvación. Él es mayor que cualquier otro profeta, pues todos existieron en función de él, para él, como promesas apuntadas hacia él, que es la plenitud de la Ley y de los profetas. No se puede alcanzar plenitud por otro camino. En verdad, ni hay plenitud para quien no escoge al Hijo de Dios. Hemos sido creados para la comunión con Dios y ésta sólo puede suceder por medio de Jesucristo, que nos da su Espíritu Santo, el cual nos configura a Cristo para la gloria de Dios Padre.
Por medio de Jesucristo, estamos llamados a la conversión. Necesitamos descubrir en Cristo la verdadera señal del Padre. El Verbo se hizo carne (misterio del vaciamiento de Dios), nos asumió, cargó sobre sí nuestros pecados, murió por nosotros (punto fuerte del vaciamiento) y, por nosotros, resucitó. Es decir: toda su vida fue entrega de sí mismo por nosotros, todo para el Padre y para nosotros, amándonos de modo total, queriendo solamente el bien mayor para nuestra existencia: nuestra salvación.
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